La contaminación del aire interior: un riesgo para tu salud
Llega el frío y con él el aumento del uso de la calefacción que, junto a la emisión de gases provocada por el tráfico y la industria, contribuye a la formación de la temida boina que aparece en las grandes ciudades. Estamos acostumbrados a oír hablar de la contaminación en el exterior y en los últimos años se están adoptando medidas para evitar alcanzar máximos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), pero ¿qué ocurre con el aire que respiramos en el interior?
A menudo en el aire interior encontramos un ambiente 70 veces más contaminado que en el aire exterior según la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección del Medio Ambiente) y la mayoría de las personas pasan entre un 69 y un 90% de su tiempo en interior según American Lung Association (Asociación Pulmonar Americana). De hecho, la contaminación del aire interior es uno de los cinco mayores problemas medioambientales de riesgo para la salud.
¿Cuál es la causa de esta contaminación interna?
La suciedad del exterior pasa al interior a través de la contaminación de las pisadas de los zapatos que portan partículas de polvo, polen, pesticidas, bacterias, hongos, heces de animales e insectos. Estos materiales son depositados en el suelo donde son triturados en pequeñas partículas cuando son pisados. Las partículas más pequeñas quedan suspendidas en el aire, mientras que las más grandes vuelven al suelo donde son trituradas de nuevo. Estas partículas aéreas contribuyen a la contaminación del aire interior, el cual puede causar problemas respiratorios, alergias y agravar el asma.
Una solución sencilla, pero que habitualmente no se tiene en cuenta cuando se diseña un edificio, es incluir una alfombra en la entrada. De esta manera se puede eliminar la contaminación del exterior, evitando que se extienda por el resto de las instalaciones y afecte a la calidad del aire interior que respiramos. Además, una alfombra de entrada siempre puede dar buena imagen en nuestro local o negocio, evitando también los resbalones o caídas producidas por la humedad o el polvo y conservará el suelo.
Por ello, siempre será recomendable tener una alfombra de entrada que nos ayude a mantener la suciedad del exterior a raya para que no afecte a nuestro interior.